miércoles, 21 de marzo de 2012

Pinta el 2012

CARLOS DAVID ARIAS
21 DE MARZO DE 2012

Paint Brushes

Pero no como te lo imaginas: que no seas tú quien haga el cuadro; por lo menos yo no soy buen pintor, pero puedo ayudar a pintar este año; me refiero, no a que seas el pintor, sino el pincel.


Solo entrégate a Dios para que él sea el pintor y tú, solo su instrumento, te imaginas lo que puede plasmar en este año? Pero para eso necesita buenos pinceles, que se dejen llevar por sus dedos, que no pregunten los colores que usará, cuantas veces pasarán por el agua, cuánto tiempo falta para terminar la obra, si el lienzo es rugoso o suave, que no se cuestionen el por qué tocó pintar esta u otra parte o inclusive, por qué no eligió unos mejores pinceles?


Deja que sea el artista quien defina que obra va a hacer contigo este año: que tu madera sea firme para no romperse, pero a la vez suave a su tacto para que él se agrade de tenerte en sus manos; permite que tus cerdas sean suaves para recibir las pinturas y que tengan la virtud de retener el color, y a la vez, plasmar la cantidad exacta de pintura en el cuadro; déjalo hacer la presión adecuada en ti para definir el grosor de la pincelada, no temas: no te vas a romper; se paciente si quiere repasar una y otra vez la misma área; pero sobre todo, déjate guiar en la dirección que te indica.


Muchas veces querrás hacer tú la obra, tendrás afán de verla terminada, no encontrarás sentido a lo que él hace, pero ten un poco de fe, te lo aseguro: él si sabe lo que está haciendo.


Del resto, no te preocupes, ya que si le permites, verás la gran obra que hará con sus manos y estarás orgulloso de ser el pincel en sus manos; al final, pero solo al final, podrás mirar la obra que el hizo, Dios te mirará, sonreirá y te dirá: Qué buen cuadro hicimos este año.


Feliz Año


domingo, 20 de febrero de 2011

De mañana, tarde y noche te buscaré

LUIS ALBERTO CÁCERES

20 DE FEBRERO DE 2011


El salmo 55:17 dice:


“rogaré y suplicaré a Dios mañana, tarde y noche, y él me escuchará…”


Yo creía que dedicar 30 o 40 minutos en la mañana, era más que suficiente para estar con Dios, pero David oraba en la mañana, en la tarde y por la noche.


Otro de los gigantes de la fe, que también tenía por costumbre buscar a Dios tres veces al día, era Daniel. Él siempre halló gracia delante de Dios y de todos los reyes que tuvo que servir.


Tanto, que el rey Darío lo puso como uno de los tres ministros a quienes los gobernadores de todas las provincias del reino de Babilonia debían rendirle cuentas (Daniel 6). Después de esto, Darío se dio cuenta que Daniel era mejor que todos los gobernadores y ministros de Babilonia y por eso, quería nombrarlo como dirigente de todo el reino. Como era de suponer, la envidia no se hizo esperar, y los demás gobernadores comenzaron a buscar la manera de hacerlo caer, pero a pesar que lo intentaron incesantemente, no encontraron nada para acusarlo, ya que Daniel siempre actuó con rectitud y honestidad en su trabajo.


Por tanto, llegaron a la conclusión que la única manera como podían dañarlo, era atentando contra su mayor pasión: su comunión con Dios. Convencieron al rey para que emitiera un edicto en el cual, durante 30 días nadie pudiera hacer oraciones o peticiones a ningún otro dios u hombre, que no fuera el rey Darío; quien incumpliera esta orden, debía ser arrojado al foso de los leones. Al rey le pareció bien, firmó el decreto que se convirtió en una ley de los medos y los persas, la cual nadie, ni siquiera el rey, podía cambiar o anular.


Cuando Daniel se enteró del edicto, se fue a su casa, abrió las ventanas de su cuarto que daban hacia Jerusalén y se arrodilló para dar gracias a Dios, como siempre lo hacía, tres veces al día.


Analizando la situación de Daniel, me ponía a pensar, qué hubiera hecho yo en su lugar. Como solo eran 30 días, le habría dicho a Dios que le daba unas vacaciones, que se fuera a descansar, que en 30 días nos volveríamos a ver…. Yo creo que Él habría entendido; en todo caso, era mi pellejo el que estaba en juego.


De pronto, si hubiera estado un poquitico más espiritual, habría seguido orando, pero a escondidas. Además, ¿no dice la biblia que ore en lo oculto y el Señor me recompensará en público?, nadie tenía porqué enterarse de mi relación con Dios, y todos contentos….

Pero no, Daniel no actuó así…


¿30 días sin buscar a Su Señor? ¡Ni loco! Daniel dependía tanto de Dios, que no habría soportado un día, ni un instante sin Su Presencia.


¿Orar a escondidas? Daniel no se avergonzaba de su Dios. ¿Cómo avergonzarse de aquel que le daba su aliento cada día, aquel que lo hacía sentir vivo y le daba sentido a su existencia?


Habría preferido morir, antes que avergonzarse de su Creador.


Ahora entiendo porqué, cuando mucho tiempo después, Daniel estaba orando por su pueblo y pidiéndole perdón a Dios por todos los pecados que cometieron, pero a la vez rogándole que les permitiera volver a su tierra, Dios mismo, mientras estaba orando, le envió al ángel Gabriel, para decirle que apenas había comenzado a orar, Dios ya había dado la orden para conceder su petición, sencillamente porque:


“Daniel, tu eres muy amado” (Daniel 9:20-23)


El mismo Dios, diciéndole a Daniel cuánto lo amaba… esto deja sin aliento a cualquiera, estremece el corazón del más fuerte, levanta el ánimo del que estaba a punto de suicidarse, en fin, delante de Dios, hasta las piedras cobran vida y lo adoran…


Resumiendo la historia, a Daniel lo echan al foso de los leones por incumplir la ley, pero Dios envía un ángel que no deja que los leones lo ataquen, al siguiente día el rey lo saca del foso y ordena que arrojen allí a los que lo habían acusado, junto con sus esposas e hijos.


Posteriormente, el rey firma un decreto donde ordena que en todo el reino se adore y se honre al Dios de Daniel, que lo libró del foso de los leones.


Daniel siempre tuvo claro de quien dependía, cual era la razón de su existencia, y a quién tenía que agradar siempre; por eso lo buscaba en la mañana, en la tarde y en la noche.


¿Alguna vez le has pedido a Dios que quieres cambiar? Seguramente muchas veces; es más, probablemente sospeches que Dios ya está aburrido de escuchar siempre la misma oración, sin demostrar un cambio verdadero.


El salmo 53:2, dice:


“Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios”


Cuando leemos la biblia y nos encontramos con pasajes que hablan del justo y del necio, del torpe y del sabio, por lo general, nos consideramos el justo, el sabio o el entendido que supuestamente busca a Dios. Pero reflexiona un poco en este pasaje: Dios buscó en tooooda la tierra algún entendido que le buscara. ¿Por qué crees que Dios tuvo que esforzarse tanto en buscar a aquellos que verdaderamente lo buscan?


Yo creía que con los 30 minutos que dedicaba en las mañanas para orar, ya me podía considerar dentro de los entendidos que buscaban a Dios; pero en un tiempo de oración, Dios me hizo ver que esta vez yo no estaba en el bando de los entendidos, sino todo lo contrario, yo era el necio. Al necio le hablan, pero él no oye, le muestran las cosas, pero él no las ve. Va por la vida, haciendo lo que cree más conveniente para él, pero no escucha consejos, ignora los peligros, y lo peor de todo, ¡cree que está haciendo las cosas bien!


Este es un buen momento para que evalúes en realidad qué tan entendido eres y si crees que el tiempo que le dedicas a Dios es el suficiente. ¿Crees que estás oyendo la voz de Dios? ¿En verdad estás viendo lo que Dios quiere hacer con tu vida? O simplemente vas por ahí, pensando que tu relación con Dios está bien y que solamente necesitas de su amistad para que Él te respalde en todo lo que ya has planeado sin consultarle a Él.


Estos gigantes de la fe tenían supremamente claro que su relación con Dios no era una más de sus actividades. No, era su vida, dependían completamente de Dios, por eso su relación con Él era tan intensa, tan estrecha, sabían que no se podían dar el lujo de separarse de Dios, porque en ese momento morirían.


Nuestro Señor Jesús, en el momento más crítico de su existencia en la tierra, nos dejó un mensaje, que va más allá de una sugerencia, o de un buen consejo que tú decides si lo aceptas. No, fue una orden con la máxima prioridad, de ese tipo de órdenes que se dan en la guerra, donde no hay chance ni siquiera de considerarla, porque de acatarla depende tu vida:


“quédense despiertos y oren pidiendo fuerzas para resistir la tentación. El espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil” Mt 26:41


Entonces, que tus oraciones no se queden simplemente en buenas intenciones. Tienes una herramienta poderosa, que te va a llevar a dimensiones que no te alcanzas a imaginar, tal como lo vivieron Daniel, David, Pedro y muchos otros más, que entendieron que nuestra comunión con Dios no es un juego, sino que de ella depende completamente nuestras vidas.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Morir por Cristo?

LUIS ALBERTO CÁCERES
29 DE SEPTIEMBRE DE 2010


AtribuciónCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por abcdz2000


Mateo 26, narra los momentos previos a la crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. En el versículo 31, narra la Biblia que Jesús les dijo a sus discípulos, que por causa de lo que le sucedería esa misma noche, ellos perderían la fe en Él y se irían. Pedro, tomó la palabra y enérgicamente le dijo: 
aunque todos pierdan la fe en ti, ¡yo nunca lo haré!
Fue cuando Jesús le dijo, que antes que cantara el gallo, él le negaría tres veces. Pedro, completamente convencido del amor y fidelidad que tenía hacía Jesús, volvió a decir:

aún si tengo que morir contigo, ¡no te negaré!

Inmediatamente, el resto de discípulos se unieron  a la voz de Pedro:
primero morir, ¡antes que negarte!
Mas tarde, se fueron a Getsemaní y allí, se llevó aparte a Pedro, Santiago y Juan. Jesús estaba triste, tan triste, que se sentía morir; por eso, con el poco aliento que le quedaba, les pidió que le ayudaran a orar. Se alejó un poco, pidiéndole a Dios que si fuera posible, le evitara tan grande dolor, pero que ante todo se hiciera Su voluntad, no la de Él. Volvió a sus discípulos y al verlos durmiendo, les dijo:
¿no han podido orar conmigo, ni siquiera una hora?
Después de eso, les dijo algo que estoy seguro, les quedó grabado en sus mentes y corazones para siempre:
oren, pidiendo fuerzas para resistir la tentación
el espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil
Jesús se aparta, vuelve a orar de la misma manera y al volver, los vuelve a encontrar durmiendo. Una vez mas después de orar, por tercera vez los encuentra… así es, durmiendo.
Yo supongo que hasta ese momento, ninguno de los discípulos se alcanzaba siquiera a imaginar lo que estaba sintiendo Jesús por dentro, aunque muchas veces se los había dicho, para ellos era difícil creer que Jesús fuera a morir y mucho menos, siendo un hombre tan bueno, sufriera la muerte más dolorosa y humillante que existía en ese momento, donde solo los peores criminales merecían tal castigo, el de morir clavados a una cruz.
No imagino qué habrán podido sentir al ver a su maestro, a su amigo más amado, clavado en un madero, con la sangre escurriendo por todo su cuerpo; ese amigo, que hacía un momento, les había pedido que oraran con Él tan solo una hora. 
¿Cuántas veces tú y yo, en un momento de fervor, le hemos dicho a Jesús que estamos dispuestos a todo por Él, incluso hasta la muerte, pero cuando nos pide tan solo una hora para estar con Él, nos encuentra dormidos?.
Estoy seguro que cuando los discípulos le dijeron a Jesús, que preferían morir antes que negarlo, se lo dijeron totalmente convencidos de que así sería, porque lo amaban, ¡los discípulos amaban a Jesús!, no solo era su maestro y líder, era más que su amigo, ¡como un hermano!.
Por eso pienso, que cuando cayeron en cuenta de su error, huyendo cuando debían estar al lado de Él, después de haber llorado amargamente su cobardía, estoy seguro que recordaron las palabras de su maestro, que en Lucas 22:46, no era una sugerencia, sonaba más bien como una orden imperativa:
“¡levántense y oren para que resistan la tentación!”
Nosotros podemos tener muy buenas intenciones con Dios y ser totalmente honestos y sinceros cuando se las decimos, pero si no aprendemos la lección, que les costó lágrimas a los discípulos de Jesús y no nos mantenemos en oración para resistir la tentación, todos nuestros propósitos solo se quedarán en eso, en buenas intenciones.
Antes de ofrecer tu vida por Cristo y estar dispuesto a predicar su salvación hasta lo último de la tierra, ¿le dedicarías una hora de tu tiempo?.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Invitado del Viernes: Adrian Rogers

ALBINO ALMÉCIGA
24 DE SEPTIEMBRE DE 2010







Escritura:


Mateo 6:7: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”

Tesoro Bíblico:

Fue un día largo y cansado. Él había predicado tres sermones y dictado una cantidad de cartas. Y al pie de cada una finalizaba: “En el nombre de Jesús, Adrián Rogers.” Luego al terminar un culto, un hombre se acercó y le dijo: “Debo verlo, tengo un problema muy serio.” Él estaba fatigado pero le dijo: “Muy bien, venga y platicaremos.” Él habló y el pastor lo escuchó. Su corazón se llenó de compasión y le pidió: “Permítame orar por usted.” Cuando terminó dijo: “En el nombre de Jesús, Adrián Rogers.” Inmediatamente pensó: “Oh no, ¿dije eso? ¿Me escuchó él decirlo?” 

¡Qué fácil es caer en las repeticiones y orar sin pensar lo que decimos!

Punto de Acción:

¿Se ha dado cuenta que utiliza frases repetitivas en sus oraciones? Hoy, simplemente hable con Dios. No piense mucho en las palabras que utiliza. Ore de corazón.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Hábitos del Maestro III. La oración

AtribuciónCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Robert V.
ALBINO ALMÉCIGA
23 DE SEPTIEMBRE DE 2010




Tanto en los tiempos antiguos como ahora el hombre ha sido influenciado por costumbres, religiones, misticismos, corrientes y practicas ritualistas, etc. Por tanto se hace necesario volver a la enseñanza del Maestro de aprovechar su tiempo a solas, para orar.

Una vez, Jesús estaba orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus seguidores le dijo: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan les enseñó a sus seguidores.
Lucas 11:1

Jesús nos enseñó que la oración lejos de ser una religión, un misticismo o una simple costumbre, es el vehículo que nos permite tener una relación directa con Dios, Jesús no hizo de su hábito de orar una religión. Él demostró que su oración era la manifestación de su relación de amistad y amor con Dios; tu hablas con quien amas, cuando quieres, y ese diálogo es la oportunidad de conocerse y manifestarse amor, por eso Jesús mantenía su relación todo el tiempo, pero también apartaba momentos para hacerlo.

Muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y fue a un lugar solitario para orar.
Marcos 1:35

En esos días, Jesús se fue a un cerro a orar. Pasó toda la noche en oración con Dios.
Lucas 6:12

Los discípulos se hicieron consientes de este hábito y pidieron a Jesús que les enseñara a orar  para que sus vidas fueran transformadas.

Te animo a hacer tuyo este hábito, teniendo en cuenta lo que el Maestro nos enseño.

Entonces Jesús les contó una historia para enseñarles que siempre deben orar y nunca perder la esperanza.
Lucas 18:1

Orar es una necesidad, por eso debemos orar siempre, y nunca perder la esperanza.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Hábitos del Maestro II. Tiempo a solas

ALBINO ALMÉCIGA
13 DE SEPTIEMBRE DE 2010





En estos tiempos de tanta agitación algunos dirían que es un despropósito pasar tiempo a solas, pues bueno, en el tiempo de Jesús con mucha menos tecnología, las obligaciones y el afán de las responsabilidades de igual manera eran apremiantes; sin embargo Jesús buscaba con solicitud antes, en medio, o después de largas jornadas “pasar tiempo a solas”
Muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y fue a un lugar solitario para orar.
Marcos 1:35
El maestro no estaba exento de sentir cansancio, hambre, fatiga, agotamiento, y aunque suene raro Jesús también bostezó, alguna vez sus pies estuvieron doloridos y su mente agotada de su ardua jornada.
Sin ser una persona solitaria, Jesús se aislaba momentáneamente o por largo tiempo para estar a solas con Dios y con él mismo, para silenciar todo el ruido y el afán del mundo, con el fin de recibir refrigerio en su espíritu y su alma. Ahora bien si el Rey de Reyes necesito pasar tiempo a solas, cuanto más nosotros!
Cuando Jesús supo lo que le había pasado a Juan, se fue solo en un bote hasta un lugar despoblado. Pero la gente se enteró y lo siguió a pie desde los pueblos.
Mateo 14:13
Jesús se dio cuenta de que lo iban a hacer rey a la fuerza, 
por eso subió otra vez a la colina para estar solo.
Juan 6:15
Haz de tu tiempo a solas un hábito, si lo valoras lo suficiente te desharás de la culpabilidad, y de la ansiedad, e incluso de tu ego que te hace pensar, que si no estas corriendo no estas siendo efectivo.
Elige un tiempo y un lugar en el día para estar a solas y ocuparte de oír a Dios, y no te expongas a interrupciones, ayúdate de tu Biblia y de un cuaderno de apuntes pues no sabes en que momento del cielo te hagan un dictado.... Recuerda que cuando te recargas de Dios en el secreto, podrás enfrentar con sabiduría cada reto que te ofrece la vida en publico.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Invitado del Viernes: Adrian Rogers


ALBINO ALMÉCIGA
10 DE SEPTIEMBRE DE 2010




Adrian Pierce Rogers (nacido el 12 de septiembre de 1931 y fallecido el 15 de noviembre de 2005) fue un pastor estadounidense, autor y presidente de la Convención Bautista del Sur (1979-1980 y 1986-1988).
Rogers nació en West Palm Beach, Florida, y decidió ingresar al ministerio cristiano a la edad de 19 años. Fue ordenado por la Iglesia Bautista de Northwood en West Palm Beach. En 1972 llegó a ocupar cargos de relevancia en la Iglesia bautista de Bellevue en Memphis, donde permaneció hasta marzo de 2005. Durante este periodo el número de miembros de su iglesia creció de 9,000 a 29,000.
Publicó 18 libros y grabó programas de radio y televisión llamados El amor que vale (en inglés Love Worth Finding). Estos programas se han emitido en inglés y español.
En noviembre de 2005, Rogers contrajo una neumonía en ambos pulmones como consecuencia de tratamientos para luchar contra el cáncer de colon y murió tras un período de auxilios por medio de respiración artificial a la edad de 74 años.
Dios bendiga la memoria de Adrian Rogers
Escritura:
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.” Salmo 100:1
Tesoro bíblico:
No hay nada malo con emocionarse en la iglesia. Una vez un hombre visitó una iglesia muy fría. El predicador dijo algo con lo que este hombre estaba de acuerdo y entonces él prorrumpió con un sonoro: “Amén.” Todos en la congregación voltearon a verlo. Después de un rato él exclamó: “¡Alabado sea el Señor!” Entonces la gente frunció su rostro. La siguiente ocasión que dijo “Amén”, un ujier lo tocó en el hombro para que permaneciera callado. El ujier le preguntó: “¿Qué le pasa?” El hombre le explicó: “Nada, sólo tengo religión.” El ujier le contestó muy cortésmente: “Pues señor; usted no lo adquirió aquí.” 

Es más fácil enfriar a un devoto que calentar un cadáver.
Punto de acción:
¿Qué significa “cantad alegres a Dios”? ¿Cómo le canta alabanzas a Él, no solamente los domingos en la iglesia, sino durante toda la semana? Cante uno de sus himnos favoritos durante el transcurso del día de hoy.