miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Morir por Cristo?

LUIS ALBERTO CÁCERES
29 DE SEPTIEMBRE DE 2010


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Mateo 26, narra los momentos previos a la crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. En el versículo 31, narra la Biblia que Jesús les dijo a sus discípulos, que por causa de lo que le sucedería esa misma noche, ellos perderían la fe en Él y se irían. Pedro, tomó la palabra y enérgicamente le dijo: 
aunque todos pierdan la fe en ti, ¡yo nunca lo haré!
Fue cuando Jesús le dijo, que antes que cantara el gallo, él le negaría tres veces. Pedro, completamente convencido del amor y fidelidad que tenía hacía Jesús, volvió a decir:

aún si tengo que morir contigo, ¡no te negaré!

Inmediatamente, el resto de discípulos se unieron  a la voz de Pedro:
primero morir, ¡antes que negarte!
Mas tarde, se fueron a Getsemaní y allí, se llevó aparte a Pedro, Santiago y Juan. Jesús estaba triste, tan triste, que se sentía morir; por eso, con el poco aliento que le quedaba, les pidió que le ayudaran a orar. Se alejó un poco, pidiéndole a Dios que si fuera posible, le evitara tan grande dolor, pero que ante todo se hiciera Su voluntad, no la de Él. Volvió a sus discípulos y al verlos durmiendo, les dijo:
¿no han podido orar conmigo, ni siquiera una hora?
Después de eso, les dijo algo que estoy seguro, les quedó grabado en sus mentes y corazones para siempre:
oren, pidiendo fuerzas para resistir la tentación
el espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil
Jesús se aparta, vuelve a orar de la misma manera y al volver, los vuelve a encontrar durmiendo. Una vez mas después de orar, por tercera vez los encuentra… así es, durmiendo.
Yo supongo que hasta ese momento, ninguno de los discípulos se alcanzaba siquiera a imaginar lo que estaba sintiendo Jesús por dentro, aunque muchas veces se los había dicho, para ellos era difícil creer que Jesús fuera a morir y mucho menos, siendo un hombre tan bueno, sufriera la muerte más dolorosa y humillante que existía en ese momento, donde solo los peores criminales merecían tal castigo, el de morir clavados a una cruz.
No imagino qué habrán podido sentir al ver a su maestro, a su amigo más amado, clavado en un madero, con la sangre escurriendo por todo su cuerpo; ese amigo, que hacía un momento, les había pedido que oraran con Él tan solo una hora. 
¿Cuántas veces tú y yo, en un momento de fervor, le hemos dicho a Jesús que estamos dispuestos a todo por Él, incluso hasta la muerte, pero cuando nos pide tan solo una hora para estar con Él, nos encuentra dormidos?.
Estoy seguro que cuando los discípulos le dijeron a Jesús, que preferían morir antes que negarlo, se lo dijeron totalmente convencidos de que así sería, porque lo amaban, ¡los discípulos amaban a Jesús!, no solo era su maestro y líder, era más que su amigo, ¡como un hermano!.
Por eso pienso, que cuando cayeron en cuenta de su error, huyendo cuando debían estar al lado de Él, después de haber llorado amargamente su cobardía, estoy seguro que recordaron las palabras de su maestro, que en Lucas 22:46, no era una sugerencia, sonaba más bien como una orden imperativa:
“¡levántense y oren para que resistan la tentación!”
Nosotros podemos tener muy buenas intenciones con Dios y ser totalmente honestos y sinceros cuando se las decimos, pero si no aprendemos la lección, que les costó lágrimas a los discípulos de Jesús y no nos mantenemos en oración para resistir la tentación, todos nuestros propósitos solo se quedarán en eso, en buenas intenciones.
Antes de ofrecer tu vida por Cristo y estar dispuesto a predicar su salvación hasta lo último de la tierra, ¿le dedicarías una hora de tu tiempo?.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Invitado del Viernes: Adrian Rogers

ALBINO ALMÉCIGA
24 DE SEPTIEMBRE DE 2010







Escritura:


Mateo 6:7: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”

Tesoro Bíblico:

Fue un día largo y cansado. Él había predicado tres sermones y dictado una cantidad de cartas. Y al pie de cada una finalizaba: “En el nombre de Jesús, Adrián Rogers.” Luego al terminar un culto, un hombre se acercó y le dijo: “Debo verlo, tengo un problema muy serio.” Él estaba fatigado pero le dijo: “Muy bien, venga y platicaremos.” Él habló y el pastor lo escuchó. Su corazón se llenó de compasión y le pidió: “Permítame orar por usted.” Cuando terminó dijo: “En el nombre de Jesús, Adrián Rogers.” Inmediatamente pensó: “Oh no, ¿dije eso? ¿Me escuchó él decirlo?” 

¡Qué fácil es caer en las repeticiones y orar sin pensar lo que decimos!

Punto de Acción:

¿Se ha dado cuenta que utiliza frases repetitivas en sus oraciones? Hoy, simplemente hable con Dios. No piense mucho en las palabras que utiliza. Ore de corazón.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Hábitos del Maestro III. La oración

AtribuciónCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Robert V.
ALBINO ALMÉCIGA
23 DE SEPTIEMBRE DE 2010




Tanto en los tiempos antiguos como ahora el hombre ha sido influenciado por costumbres, religiones, misticismos, corrientes y practicas ritualistas, etc. Por tanto se hace necesario volver a la enseñanza del Maestro de aprovechar su tiempo a solas, para orar.

Una vez, Jesús estaba orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus seguidores le dijo: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan les enseñó a sus seguidores.
Lucas 11:1

Jesús nos enseñó que la oración lejos de ser una religión, un misticismo o una simple costumbre, es el vehículo que nos permite tener una relación directa con Dios, Jesús no hizo de su hábito de orar una religión. Él demostró que su oración era la manifestación de su relación de amistad y amor con Dios; tu hablas con quien amas, cuando quieres, y ese diálogo es la oportunidad de conocerse y manifestarse amor, por eso Jesús mantenía su relación todo el tiempo, pero también apartaba momentos para hacerlo.

Muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y fue a un lugar solitario para orar.
Marcos 1:35

En esos días, Jesús se fue a un cerro a orar. Pasó toda la noche en oración con Dios.
Lucas 6:12

Los discípulos se hicieron consientes de este hábito y pidieron a Jesús que les enseñara a orar  para que sus vidas fueran transformadas.

Te animo a hacer tuyo este hábito, teniendo en cuenta lo que el Maestro nos enseño.

Entonces Jesús les contó una historia para enseñarles que siempre deben orar y nunca perder la esperanza.
Lucas 18:1

Orar es una necesidad, por eso debemos orar siempre, y nunca perder la esperanza.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Hábitos del Maestro II. Tiempo a solas

ALBINO ALMÉCIGA
13 DE SEPTIEMBRE DE 2010





En estos tiempos de tanta agitación algunos dirían que es un despropósito pasar tiempo a solas, pues bueno, en el tiempo de Jesús con mucha menos tecnología, las obligaciones y el afán de las responsabilidades de igual manera eran apremiantes; sin embargo Jesús buscaba con solicitud antes, en medio, o después de largas jornadas “pasar tiempo a solas”
Muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y fue a un lugar solitario para orar.
Marcos 1:35
El maestro no estaba exento de sentir cansancio, hambre, fatiga, agotamiento, y aunque suene raro Jesús también bostezó, alguna vez sus pies estuvieron doloridos y su mente agotada de su ardua jornada.
Sin ser una persona solitaria, Jesús se aislaba momentáneamente o por largo tiempo para estar a solas con Dios y con él mismo, para silenciar todo el ruido y el afán del mundo, con el fin de recibir refrigerio en su espíritu y su alma. Ahora bien si el Rey de Reyes necesito pasar tiempo a solas, cuanto más nosotros!
Cuando Jesús supo lo que le había pasado a Juan, se fue solo en un bote hasta un lugar despoblado. Pero la gente se enteró y lo siguió a pie desde los pueblos.
Mateo 14:13
Jesús se dio cuenta de que lo iban a hacer rey a la fuerza, 
por eso subió otra vez a la colina para estar solo.
Juan 6:15
Haz de tu tiempo a solas un hábito, si lo valoras lo suficiente te desharás de la culpabilidad, y de la ansiedad, e incluso de tu ego que te hace pensar, que si no estas corriendo no estas siendo efectivo.
Elige un tiempo y un lugar en el día para estar a solas y ocuparte de oír a Dios, y no te expongas a interrupciones, ayúdate de tu Biblia y de un cuaderno de apuntes pues no sabes en que momento del cielo te hagan un dictado.... Recuerda que cuando te recargas de Dios en el secreto, podrás enfrentar con sabiduría cada reto que te ofrece la vida en publico.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Invitado del Viernes: Adrian Rogers


ALBINO ALMÉCIGA
10 DE SEPTIEMBRE DE 2010




Adrian Pierce Rogers (nacido el 12 de septiembre de 1931 y fallecido el 15 de noviembre de 2005) fue un pastor estadounidense, autor y presidente de la Convención Bautista del Sur (1979-1980 y 1986-1988).
Rogers nació en West Palm Beach, Florida, y decidió ingresar al ministerio cristiano a la edad de 19 años. Fue ordenado por la Iglesia Bautista de Northwood en West Palm Beach. En 1972 llegó a ocupar cargos de relevancia en la Iglesia bautista de Bellevue en Memphis, donde permaneció hasta marzo de 2005. Durante este periodo el número de miembros de su iglesia creció de 9,000 a 29,000.
Publicó 18 libros y grabó programas de radio y televisión llamados El amor que vale (en inglés Love Worth Finding). Estos programas se han emitido en inglés y español.
En noviembre de 2005, Rogers contrajo una neumonía en ambos pulmones como consecuencia de tratamientos para luchar contra el cáncer de colon y murió tras un período de auxilios por medio de respiración artificial a la edad de 74 años.
Dios bendiga la memoria de Adrian Rogers
Escritura:
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.” Salmo 100:1
Tesoro bíblico:
No hay nada malo con emocionarse en la iglesia. Una vez un hombre visitó una iglesia muy fría. El predicador dijo algo con lo que este hombre estaba de acuerdo y entonces él prorrumpió con un sonoro: “Amén.” Todos en la congregación voltearon a verlo. Después de un rato él exclamó: “¡Alabado sea el Señor!” Entonces la gente frunció su rostro. La siguiente ocasión que dijo “Amén”, un ujier lo tocó en el hombro para que permaneciera callado. El ujier le preguntó: “¿Qué le pasa?” El hombre le explicó: “Nada, sólo tengo religión.” El ujier le contestó muy cortésmente: “Pues señor; usted no lo adquirió aquí.” 

Es más fácil enfriar a un devoto que calentar un cadáver.
Punto de acción:
¿Qué significa “cantad alegres a Dios”? ¿Cómo le canta alabanzas a Él, no solamente los domingos en la iglesia, sino durante toda la semana? Cante uno de sus himnos favoritos durante el transcurso del día de hoy.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La viuda y el juez

MARÍA XIMENA LOZANO
8 DE SEPTIEMBRE DE 2010

When the Day Comes www.vladstudio.com


Algunas veces nos sentimos, melancólicos, cansados, tristes y sin alientos para permanecer o seguir. Inconscientemente le damos paso a esos pensamientos de derrota y desánimo, que nos fatigan y nos llevan a renunciar y no queremos ver que el sol calentará en el día y que la luna brillará en medio de la obscuridad.

Eso nos suele suceder, cuando esperamos una respuesta a una petición especial que desde lo más profundo y sincero de nuestro corazón hallamos elevado al cielo, y en el anhelo por una respuesta, nos pareciera como si el tiempo se hubiera detenido o el viento hubiera dejado de soplar…

En medio de lo cotidiano seguimos calentando el café para volver a desayunar, y hacer de la rutina el espacio perfecto para el cumplimiento de las tareas, que ayudan para que nada se salga de su curso. Sin embargo, en lo más secreto del corazón el alma grita sin descanso por aquella petición que ha hecho a aquel que todo lo puede. Porque sabemos que Él es nuestra única esperanza. Aún en medio de la fatiga y el cansancio del alma…

Pienso entonces en Jesús cuando dice en su palabra en el evangelio de Lucas, capitulo 18, enseñándonos que siempre debemos orar y nunca perder la esperanza.

Habla de un juez que no temía a Dios, y de una viuda que le pedía a ese juez incesantemente que le ayudara con un hombre que le estaba haciendo mucho daño, ella rogaba que se hiciera justicia, éste Juez no quería ayudar a la mujer viuda con su problema, pero fue tanta la persistencia de esta mujer, que el juez decide ayudarla con su problema; y definitivamente este hombre no lo hizo por nada diferente, que como diríamos en nuestro lenguaje coloquial, “quería quitársela de encima”, imagino que esta mujer en medio de su gran necesidad era demasiado intensa, no descansó un segundo hasta que halló alguna respuesta.

La pregunta es: si un hombre pudo hacer justicia; cuánto más Dios que en sí mismo es amor  y justicia.

No dejemos que el cansancio, la impaciencia, la desesperanza y las dificultades,  nos haga perder el verdadero norte, que sin lugar a dudas está en manos de Dios. Como dice alguien: importunemos al cielo de día y de noche, porque Él en su infinita grandeza y misericordia, nos escucha y nos responde.

When the Night Comes www.vladstudio.com

No dejes de llamar a Dios no importa si es el momento, Él siempre está disponible para ti.

Esperar en Él hace más fuerte tu espíritu.

U.P.A

lunes, 6 de septiembre de 2010

Hábitos del Maestro I. Hacer la diferencia

ALBINO ALMÉCIGA
6 DE SEPTIEMBRE DE 2010



Todo lo que hacemos esta formado por buenos o malos hábitos, sin embargo a lo que quiero invitarte es a descubrir los hábitos de Jesús. Te desafío a estudiar los eventos observables del maestro, y los podamos imitar y hacerlos nuestros en la práctica para que en nuestra vivencia podamos sonreír siendo felices.
Primer hábito: hacer la diferencia
Todo rey nacía en un palacio, el Maestro eligió un pesebre, todo rey gobernaba y usaba sirvientes, el Maestro gobernó sirviendo y llamo amigos a sus servidores, Jesús desafío sabiamente las normas humanas que tenían como fin esclavizar al hombre. El hombre critica y juzga a los pecadores, el Maestro fue amigo de ellos y los alcanzo para transformarlos.
 Vino el Hijo del hombre que come y bebe, y dicen: “Miren, es comilón, borracho
y amigo de los cobradores de impuestos y de los pecadores”. Pero la sabiduría divina se comprueba por la vida de los que la siguen.
Mateo 11:19
La tradición humana decía que los Judíos y los Samaritanos no podían tratarse entre si, El maestro confronto este prejuicio totalmente errado y hablo con la Samaritana para que ella pudiera sanar su corazón y llenar sus vacíos.
La samaritana le dijo:—¿Por qué me pides agua si tú eres judío y
yo soy samaritana? Le dijo eso porque los judíos no se tratan con
los samaritanos.  Jesús le respondió:—No sabes lo que Dios da gratuitamente ni
sabes quién soy yo. Te estoy pidiendo un poco de agua y si tú supieras quién soy, me estarías pidiendo a mí. Yo te puedo dar agua viva.
Juan 4:9
Jesús no era un rebelde sin causa lo que realmente hacia era hacer justicia, pues el hombre olvidando a Dios se aferraba a sus tradiciones y conceptos, el Maestro vino a darle orden a las cosas y a liberar a sus hijos.
Ustedes han olvidado los mandamientos de Dios. Sólo cumplen tradiciones humanas.
Marcos 7:8
En nuestro sistema actual es muy fácil caer en el conformismo y la esclavitud, pues terminamos por acomodarnos asumiendo que nada de lo que hagamos cambiara las cosas. Creo honestamente que es el tiempo de hacer la diferencia y hacer de este hábito de Jesús nuestro estilo de vida. Ahora bien, para hacer la diferencia ten en cuenta lo siguiente:
En Cristo tienes la capacidad de cambiar las cosas. Solo aquellos que eligen no cambiar, no cambian, Jesús resucito aún cuando se supone que lo único que no se puede solucionar es la muerte.
Establece sueños, metas, y esfuérzate sabiamente por alcanzarlos, lucha en contra del conformismo y la pereza, se paciente y firme con tus convicciones; y lo mas importante, haz la diferencia teniendo una amistad consistente con Dios, pues aquel que levanto a Cristo de entre los muertos será el que también te lleve a ti al cumplimiento de tus sueños y permitirá que... hagas la diferencia.